Marca la diferencia... ¡vete de mercadillo!

Una de las cosas en las que me gusta invertir mi sábado por la mañana es en rebuscar en mercadillos y tiendas de segunda mano. En la ciudad donde vivo, Barcelona, puedo gozar de mi hobby siempre que quiero, ya que si por algo destaca es por estar entre las ciudades europeas más punteras en cuanto a moda se refiere.

Hay un lugar en especial que me enloquece, ‘Els encants vells', el mercado de los encantos viejos, o como dice una amiga argentina, 'el mercado de las pulgas'.

Está en Glorias y abre los lunes, miércoles, viernes y sábados. En él puedes encontrar de todo. Si tienes paciencia y ganas, verás que los tesoros se agolpan, esperando que depares en ellos. Muebles viejos que sueñan con volver a ser útiles algún día, muñecas de bucles encrespados que miran espantadas a los miles de turistas que pasean los estrechos pasillos del mercado.

Pero lo que más me gusta es bucear en los montones de ropa de ‘a 1 euro’. Si superas la barrera del olor sospechoso y las decenas de mano que sobrevuelan tu cabeza estás de suerte. Hay camisas antiguas y prendas ‘de la abuela’, pantalones ochentenos y jerseys de lana. Si tienes un poco de maña y algo de estilo, vestir con originalidad no es tan difícil.

Otro de los sitios que quiero destacar es ‘Atuen2’ un pequeño puesto (o parada como le llaman en aquí) de antigüedades muy asequibles.

En él me compré mi primer tocado antiguo, una maravilla de complemento que me ha traído suerte y que hoy por hoy lo considero una de mis adquisiciones más especiales. Aquí mismo compré un par de camisas muy ligeras con encaje y un vestido azul aguamarina, que en su momento haría las veces de camisón o combinación y que estoy deseando estrenar una vez llegue el verano.

Está genial comprar en grandes superficies como ZARA o H&M, de las que me considero una fan incondicional. Pero si mezclas ese estilo con la personalidad de una prenda única, añadirás a tu look ese toque especial que marcará la diferencia.